La información puede ser útil - e, incluso, bonita - pero sólo cuando está bien presentada. En una era de infoxicación, una orientación entre el desorden se presenta como un soplo de aire fresco. De ahí la reciente y creciente popularidad de esos gráficos llamados"infografía":. diseños visuales que ayudan a explicar datos complejos de una manera sencilla. Pero, ¿cómo se crean? ¿Qué podemos aprender de ese proceso de diseño? Durante la última década, Hyperakt se ha especializado en este tipo de diseño; hemos encontrado un proceso que nos funciona. Aquí os traemos un tutorial para hacer, en diez sencillos pasos, una infografía
1. RECOPILAR LOS DATOS
Todo empieza cuando nos movemos a través de los crudos y sucios datos, en bruto, sobre el papel. Todo hecho un desastre: hojas de cálculo, archivos PDF y algunos enlaces a otros recursos. Lo típico. A veces tenemos fijada una guía -- por ejemplo, "nos gustaría comparar las listas de éxitos en las páginas 12 y 65" --, y, entonces, la tomamos como una pista para encontrar la línea argumental de lo que vamos a "narrar". Pero, claro, en este momento tenemos que empezar a recopilar nuevas investigaciones de nuevas fuentes. Tendremos el cuadro completo de la infografía cuando tengamos materiales diversos, dispersos y suficientes, agrupados y (moderadamente) ordenados.
2. LEER TODO
Aunque te resulte terriblemente tentador leer solo hechos destacados y dejar lo demás olvidado en el baúl de cosas que algún día te vas a leer (aunque creas lo contrario), el hecho de acceder directamente a lo remarcable te hará perder una cantidad infinita de tiempo; de hecho, tardarás menos si haces la selección a posteriori. Más pegas a esta práctica tan común: vas a sesgar la investigación y, por supuesto, vas a sesgar el informe y la infografía. ¿De verdad quieres eso? Los agujeros en los datos, no respaldados, son más fáciles de detectar por tu público de lo que crees.
3. ENCONTRAR LA NARRATIVA
Una infografía aburrida comienza con datos aburridos; pero, obviamente, necesitas esos datos. Tienes que encontrar una "gran historia" que contar; por ejemplo, aclara un conjunto complejo de datos, explica el proceso poniendo una tendencia de relieve o apoya un argumento a través de esos abrumadores porcentajes. Una vez que los datos te sean familiares, no te será tan difícil encontrar la narrativa
4. IDENTIFICAR LOS PROBLEMAS
Una vez que la historia ha surgido de esos datos en bruto, deberías contrastrarla con la realidad. Parece obvio este consejo, pero no siempre se hace y, en muchos casos, los datos no son compatibles con la historia. Lo que sigue es una discusión algo torpe. A veces, tú, tu equipo o tu cliente (si eres diseñador) querrá optar por el fraude conocido como "cocina de datos": utilizar sólo los datos que nos convienen y obviar los que nos vienen mal, torciéndolos y evitándolos. (...)
Hallar Verdad en la información necesita un contraste en la experiencia, a la que tenemos que acudir. Los datos pueden darnos la clave para saber si un argumento es válido o no lo es, una vez analicemos con precisión a éstos y tengamos en cuenta variables de confusión, estadísticas engañosas o prejuicios de diversa índole (...)