Fabuloso que un niño tenga un computador en todo el mundo que tal
“Un computador portátil por cada niño”. Hacia esa meta caminó el mundo esta semana al iniciarse en una fábrica de Taiwán, la producción de 700.000 unidades que deben llegar a manos de niños de bajos recursos en países en vías de desarrollo.
Este pedido es la primera muestra concreta de la fundación sin ánimo de lucro “One Laptop Per Child” (un pórtatil por niño, u OLPC) que arrancó hace un par de años de la mano de Nicolás Negroponte, un profesor de tecnología de la universidad bostoniana de MIT, y que busca brindarles nuevas oportunidades de progreso a través del acceso a los computadores a millones de niños en países del tercer mundo.
Negroponte recorrió el planeta pidiendo el apoyo económico, técnico y logístico tras del cual se estableció el diseño que esta semana entró a producción en la planta de “Quanta Computer” en XangXhu.
A prueba de niños
Se trata del llamado modelo XO, un simpático computador verde limón y blanco, con rasgos de “transformer” y con un diseño enfocado en la utilización por parte de niños en edad temprana, en escuelas que pueden carecer hasta de electricidad.
Es por eso que el portátil viene equipado con una pantalla de 7,5 pulgadas, legible a la luz del día, con capacidad de conectarse muy fácilmente con otros XOs, sin necesidad de redes adicionales y con posibilidad de recargarse a mano, a través de una palanca o una cuerda que cualquier niño puede manipular.
Igualmente viene preparado para ahorrar energía (consume unos 2 vatios, unas diez veces menos que un portátil convencional), y para resistir el duro trato de los infantes, pues no viene con partes móviles. En vez de disco duro trae una tarjeta de memoria flash de 1GB, y todos sus elementos vienen protegidos en un envase plástico del doble del grosor de los equipos normales.
Con Linux, sin Office
Su sistema operativo es una parte de Linux (Fedora 6), y todo su software es libre. Curiosamente no trae las típicas aplicaciones como los procesadores de palabra conocidos, sino “actividades”, que promueven la adquisición de conocimiento por parte de sus pequeños usuarios.
Gracias a esto, puede funcionar con tan sólo 256 MB en memoria RAM, algo impensable en la mayoría de los modernos equipos de oficina.
El objetivo inicial del equipo de Negroponte era llegar a un portátil de 100 dólares, pero a pesar del descenso lógico de precios con los años, el XO vale todavía alrededor de 190 dólares. En comparación, el portátil más económico del mercado actual está por el orden de los 400 dólares.
Dos opciones para escoger
Pero el XO no está solo, también está el ClassMate PC, una iniciativa similar liderada por Intel y su programa “World Ahead” (ver recuadro), que comparte la visión y la tarea de Negroponte, pero que difiere fuertemente en cuanto a las especificaciones del portátil.
Los gobiernos de los países en desarrollo entonces no tienen una sino al menos dos opciones. El XO de la organización OLPC de Negroponte, y las diferentes variedades del ClassMate PC de Intel.
Las preferencias están divididas. Este año, Intel recibió una orden por 700.000 portátiles para Pakistán, y otra por 150.000 para Libia. La OLPC por su lado está atendiendo una orden de 100.000 XOs para Uruguay y otra para Mongolia.
Brasil y México, para mencionar tan sólo un par de nuestros vecinos, se encuentran evaluando ya las dos alternativas. Colombia no se menciona por ningún lado todavía, al menos en los planes de OLPC.
Un computador por niño. Un catalizador de la igualdad. Una iniciativa loable y generosa de los países desarrollados que hará que niños pastores en las montañas de Mongolia descubran términos como “redes”, “gráficos” y demás, que los acercarán un poco, quizás por primera vez, al mundo real en el que vive la mayoría del planeta, al otro lado de las estrellas.
Hasta la próxima.
Intel también tiene su modelo económico
Intel, el productor número uno mundial de microprocesadores, también se ha vinculado en esta campaña global a través del desarrollo de su propio modelo de portátil, el que ha llamado “Classmate PC”, o algo así como el PC “compañero de clase”.
Y en la práctica eso es. Es un aparato pequeño, basado en el procesador más económico de la familia Intel (el Celeron M), que está diseñado para trabajar directamente bajo la tutela de un PC manejado por un profesor.
Sus especificaciones son muy similares al modelo OLPC: 256 MB en memoria RAM, 1 GB en memoria Flash a manera de disco duro, pantalla a color de 7 pulgadas y soporte a redes inalámbricas Wi-Fi. Trae además la opción de un lápiz digital para tomar notas directamente.
La gran diferencia está en que el “ClassMate” funciona bajo las condiciones normales de un PC corriente, no bajo un ambiente especial para niños: es decir, puede trabajar con una versión especial de Windows XP o de Linux, y trabaja con aplicaciones estándar, muy similares a las encontradas en las oficinas de hoy.
Intel sostiene que el costo de fabricar este PC está alrededor de los U$200 dólares. Vale la pena aclarar que Intel no hace estos portátiles directamente, sino que provee los chips con los que otros fabricantes especializados los producen.
Este pedido es la primera muestra concreta de la fundación sin ánimo de lucro “One Laptop Per Child” (un pórtatil por niño, u OLPC) que arrancó hace un par de años de la mano de Nicolás Negroponte, un profesor de tecnología de la universidad bostoniana de MIT, y que busca brindarles nuevas oportunidades de progreso a través del acceso a los computadores a millones de niños en países del tercer mundo.
Negroponte recorrió el planeta pidiendo el apoyo económico, técnico y logístico tras del cual se estableció el diseño que esta semana entró a producción en la planta de “Quanta Computer” en XangXhu.
A prueba de niños
Se trata del llamado modelo XO, un simpático computador verde limón y blanco, con rasgos de “transformer” y con un diseño enfocado en la utilización por parte de niños en edad temprana, en escuelas que pueden carecer hasta de electricidad.
Es por eso que el portátil viene equipado con una pantalla de 7,5 pulgadas, legible a la luz del día, con capacidad de conectarse muy fácilmente con otros XOs, sin necesidad de redes adicionales y con posibilidad de recargarse a mano, a través de una palanca o una cuerda que cualquier niño puede manipular.
Igualmente viene preparado para ahorrar energía (consume unos 2 vatios, unas diez veces menos que un portátil convencional), y para resistir el duro trato de los infantes, pues no viene con partes móviles. En vez de disco duro trae una tarjeta de memoria flash de 1GB, y todos sus elementos vienen protegidos en un envase plástico del doble del grosor de los equipos normales.
Con Linux, sin Office
Su sistema operativo es una parte de Linux (Fedora 6), y todo su software es libre. Curiosamente no trae las típicas aplicaciones como los procesadores de palabra conocidos, sino “actividades”, que promueven la adquisición de conocimiento por parte de sus pequeños usuarios.
Gracias a esto, puede funcionar con tan sólo 256 MB en memoria RAM, algo impensable en la mayoría de los modernos equipos de oficina.
El objetivo inicial del equipo de Negroponte era llegar a un portátil de 100 dólares, pero a pesar del descenso lógico de precios con los años, el XO vale todavía alrededor de 190 dólares. En comparación, el portátil más económico del mercado actual está por el orden de los 400 dólares.
Dos opciones para escoger
Pero el XO no está solo, también está el ClassMate PC, una iniciativa similar liderada por Intel y su programa “World Ahead” (ver recuadro), que comparte la visión y la tarea de Negroponte, pero que difiere fuertemente en cuanto a las especificaciones del portátil.
Los gobiernos de los países en desarrollo entonces no tienen una sino al menos dos opciones. El XO de la organización OLPC de Negroponte, y las diferentes variedades del ClassMate PC de Intel.
Las preferencias están divididas. Este año, Intel recibió una orden por 700.000 portátiles para Pakistán, y otra por 150.000 para Libia. La OLPC por su lado está atendiendo una orden de 100.000 XOs para Uruguay y otra para Mongolia.
Brasil y México, para mencionar tan sólo un par de nuestros vecinos, se encuentran evaluando ya las dos alternativas. Colombia no se menciona por ningún lado todavía, al menos en los planes de OLPC.
Un computador por niño. Un catalizador de la igualdad. Una iniciativa loable y generosa de los países desarrollados que hará que niños pastores en las montañas de Mongolia descubran términos como “redes”, “gráficos” y demás, que los acercarán un poco, quizás por primera vez, al mundo real en el que vive la mayoría del planeta, al otro lado de las estrellas.
Hasta la próxima.
Intel también tiene su modelo económico
Intel, el productor número uno mundial de microprocesadores, también se ha vinculado en esta campaña global a través del desarrollo de su propio modelo de portátil, el que ha llamado “Classmate PC”, o algo así como el PC “compañero de clase”.
Y en la práctica eso es. Es un aparato pequeño, basado en el procesador más económico de la familia Intel (el Celeron M), que está diseñado para trabajar directamente bajo la tutela de un PC manejado por un profesor.
Sus especificaciones son muy similares al modelo OLPC: 256 MB en memoria RAM, 1 GB en memoria Flash a manera de disco duro, pantalla a color de 7 pulgadas y soporte a redes inalámbricas Wi-Fi. Trae además la opción de un lápiz digital para tomar notas directamente.
La gran diferencia está en que el “ClassMate” funciona bajo las condiciones normales de un PC corriente, no bajo un ambiente especial para niños: es decir, puede trabajar con una versión especial de Windows XP o de Linux, y trabaja con aplicaciones estándar, muy similares a las encontradas en las oficinas de hoy.
Intel sostiene que el costo de fabricar este PC está alrededor de los U$200 dólares. Vale la pena aclarar que Intel no hace estos portátiles directamente, sino que provee los chips con los que otros fabricantes especializados los producen.
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